Aquella noche no podía dormir, tenía demasiadas cosas en la cabeza, ¿por qué perder el sueño?,¿por culpa de ese hombre?
Intuía que alguien la seguía, día y noche, seguía sus pasos, miraba su correo, la vigilaba…
Lo notaba, sigiloso, tras ella. Era un hombre, algo le era familiar, su olor, sus pasos, su calor…
¿Qué quería de ella? Seguía dándole vueltas a la cabeza, en la cama, cuando de pronto alguien llamó a la puerta. ¿Quién sería?¡eran las tres de la mañana!
Era él, veía su sombra a través de la mirilla. Si abría la puerta tal vez era su final, pero tenia que hacerlo.
Abrió, él entró, cabizbajo, lentamente.
Ella contenía la respiración, su corazón palpitaba muy deprisa, todo su mundo se vino abajo, no podía creerlo.
Era él, su marido muerto hacía tres años en un accidente de tráfico, o al menos, eso era lo que le habían dicho…
(Microrrelato incluido en la antología de microrrelatos de «Escritores por el mundo»).
EVA KAIFER
Muy bueno, pero tardó un poco en volver, tres años, vaya tela.